Las sesiones individuales ofrecen un espacio para la autorreflexión y una oportunidad para comprender más profunda el proceso del duelo y como cada uno lo vivimos. El proceso comienza llenando un formulario de admisión que me ayuda a conocer datos de la pérdida específica que el paciente está interesado en procesar, qué síntomas son más agudos, qué otras terapias ha hecho el paciente y cuáles son sus objetivos para el tratamiento. También me permite informar a los pacientes sobre algunas reglas de nuestra interacción terapéutica, que esperar y cual es el nivel de compromiso requerido. 

En la primera sesión – de 90 minutos-  los pacientes pueden optar por sentarse en sillas o sillas en el suelo y discutir el caso, las necesidades y habilidades en juego y juntos analizar las formas en que mi trabajo puede ser util. Decidimos juntos la frecuencia y la duración de la sesiones, y proporciono algunos ejercicios básicos y tablas gráficas de autoevaluación que luego estudiamos juntos. A medida que avanza el tratamiento, alternamos entre hablar y practicar partes del programa, para poder aprender sobre el duelo, identificar y manejar los síntomas y ayudar la realización de las 4 tareas del duelo propuestas por William Worden.

Si bien el trabajo durante la sesión es fundamental, la practica en casa profundiza sus efectos. Este trabajo consciente a través del proceso de duelo a menudo revela aspectos de la vieja identidad que necesitan atención y trabajo para que las personas puedan volver a identificarse. Luego de algún tiempo, juntos decidimos si pasar de la terapia de duelo al trabajo terapéutico personal según las necesidades reveladas. Este proceso es a veces lineal y otras no, indicando que algunos pacientes necesitan pausas en su tratamiento. En esos casos, se necesita una “sesión de cierre” en la que evaluamos los motivos de la interrupción, el progreso logrado, los riesgos potenciales y las necesidades no satisfechas. Este tipo de sesión de cierre permite que en el futuro podamos reiniciar el proceso y continuar en un nuevo capitulo terapéutico. 

Una vez que se completa el tratamiento, los pacientes a menudo regresan en función de nuevos factores estresantes de la vida, nuevas pérdidas actuales o simplemente para tratar nuevos aspectos de la vida personal.

Los individuos a menudo forman parte de un sistema familiar que se ve también afectado por el dolor. A veces, propongo a los pacientes que inviten a sus familiares o personas emocionalmente relacionadas con ellos a asistir a una o mas sesiones conjuntas.